Parece que
la originalidad no es de las virtudes del sobrevalorado Masakazu Katsura. Ya que, si bien sus dibujos son realmente buenos, sus guiones
son flojos en general y no demasiado originales. Shadow Lady es una
muestra de ello. Video Girl Ai estaba bien, D.N.A.2 era un déjá vú y
Shadow Lady repite exactamente la misma fórmula. Chico normal (agente de
policía) y chica fantástica (mitad demonio, mitad persona) entablan una
relación atípica, eje fundamental de la historia. Podría parecer que
Katsura se ha olvidado de su típico triángulo amoroso, pero no es así.
Las dos personalidades de Shadow Lady forman dos de los vértices que se
completan con el chico en cuestión. Ni siquiera esto es original; al fin
y al cabo, ¿cuántas veces ha estado Peter Parker celoso de Spiderman?
En fin, Shadow Lady se trata de una serie corta que se publicó a lo
largo de 1995 en el Shonen Jump. Quizá su menor extensión, respecto a
otras obras del mismo autor, sea lo que la hace menos pesada. Y es que
cuanto más profundiza Katsura en sus personajes, en vez de aumentar el
interés, hace que sea cada vez más babosilla. También es verdad que la
serie resulta algo superflua. La acción transcurre en una especie de
cuidad futura con un diseño tipo Gotham City. Y hablando de diseño,
llegamos a lo mejor de la serie, el dibujo. Sencillamente genial.
Katsura supera el bajón de D.N.A.2 y realiza un trabajo gráfico sorprendente. No por hacer nada nuevo, sino por evolucionar hacia una limpieza realmente conseguida. En resumen, si bien la serie puede resultar fallida a nivel argumentativo, su corta extensión y su elevada calidad gráfica la hacen recomendable.
Jacobo Molins Slumberland nº 16 octubre 1996
Katsura supera el bajón de D.N.A.2 y realiza un trabajo gráfico sorprendente. No por hacer nada nuevo, sino por evolucionar hacia una limpieza realmente conseguida. En resumen, si bien la serie puede resultar fallida a nivel argumentativo, su corta extensión y su elevada calidad gráfica la hacen recomendable.
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